top of page

Deuteronomio: Recuerda, obedece y vive — Volver a la Palabra para avanzar con propósito

  • Foto del escritor: Elizabeth Jaar
    Elizabeth Jaar
  • 8 jun
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 7 sept

Antes de entrar en la Tierra Prometida, el pueblo de Israel se detiene. No para retroceder, sino para recordar. Deuteronomio es un libro de repaso, pero también de renovación. Es Moisés, al final de su vida, hablándole a una nueva generación que no vivió el Éxodo, pero que heredará la promesa. Les recuerda quién es Dios, qué ha hecho, y qué se requiere para vivir en plenitud bajo Su bendición.


Más que una repetición de leyes, Deuteronomio es un llamado al corazón: a volver a la Palabra, a amar a Dios con todo el ser, a obedecer no por miedo, sino por amor, y a mantener viva la fe en medio del cambio. Es un libro profundamente pastoral, lleno de sabiduría práctica, advertencias, promesas y esperanza.


Esta guía está diseñada para ayudarte a aplicar la riqueza espiritual de Deuteronomio en tu propia vida. Cada enseñanza, cada exhortación, cada recordatorio que Moisés entregó a Israel, tiene eco en nuestros días, donde también enfrentamos decisiones, desiertos y oportunidades de bendición.

En este recorrido encontrarás:

·         Dónde nace el libro: En las llanuras de Moab, justo antes de entrar a la Tierra Prometida, como una serie de discursos finales de Moisés a una nueva generación.

·         Qué revela su historia: La importancia de la memoria espiritual, la obediencia como camino de vida, la fidelidad de Dios, y el llamado a amarle profundamente.

·         Momentos clave

·         Qué marcó esa historia: La transición del liderazgo, la preparación del corazón, y el paso de una etapa a otra con la guía de la Palabra.

·         Cómo esta historia puede ayudarte hoy: A volver a lo esencial, examinar tu caminar, renovar tu pacto con Dios, y elegir la vida cada día por medio de la obediencia.


Deuteronomio es más que una despedida; es una puerta hacia lo nuevo. Dios te invita a detenerte, escuchar, recordar… y avanzar con sabiduría, amor y propósito. Despierta, regresa, y elige la vida. Porque cada día es una nueva oportunidad para vivir según la Palabra.



  • 📚 E-Books en PDF  Si prefieres leer y reflexionar a tu ritmo. Descarga desde $0.00 de donación para imprimir o guardar https://payhip.com/b/u0fwJ



Dios Altísimo, Señor de la alianza y la vida,

te alabo con todo mi corazón,

con toda mi alma y con todas mis fuerzas,

como tú nos has enseñado en tu santa Palabra.

Tú eres fiel desde siempre,

el que libera, el que guía,

el que alimenta en el desierto

y cumple sus promesas con amor eterno.

Te exalto porque eres justo en tus caminos

y misericordioso con tu pueblo.

Tus mandamientos no son peso,

sino camino de vida y libertad.

Gracias, Señor, porque nos invitas a recordar,

a no olvidar tus maravillas,

a enseñarlas a nuestros hijos

y a vivir cada día en tu presencia.

Hoy renuevo mi alianza contigo,

como lo hizo tu pueblo antes de entrar en la Tierra Prometida.

Quiero elegir la vida, elegirte a ti,

caminar en tus sendas, y servirte con alegría.

Tú eres mi roca, mi fuerza,

mi herencia y mi destino.

No hay otro Dios fuera de ti,

ni amor más grande que el tuyo.

Bendito seas, Señor de los siglos,

porque eres fiel a tu palabra y grande en poder.

A ti sea la gloria, el honor y la alabanza,

por los siglos de los siglos. Amén.

Oracion de alabanza, agradecimiento y sanación

(Inspirada en el Libro de Deuteronomio)

Dios de amor y fidelidad eterna,

te alabo con todo mi corazón,

porque tú eres el único Dios verdadero,

fuerte, justo y misericordioso.

Tú has sido mi guía en el desierto,

mi roca firme en los momentos de prueba,

mi defensor frente al mal

y mi esperanza cuando todo parecía perdido.

Hoy me postro ante ti, Señor,

para darte gracias:

Gracias por tus mandamientos, que me enseñan a vivir.

Gracias por tu palabra, que es luz para mis pasos.

Gracias por tu paciencia, cuando me desvío del camino.

Gracias por tu alianza, que me abraza aunque yo falle.

Tú me invitas a elegir la vida,

y yo la elijo.

Elijo tus caminos, tus promesas,

tu amor que no abandona.

Señor, como dijiste por medio de Moisés:

Yo soy el Señor que te sana” (cf. Deut 7,15).

Por eso te pido, con humildad y confianza:

Sáname, Señor.

Sana mis heridas del alma,

mis miedos, mis recuerdos dolorosos,

mis enfermedades del cuerpo y del corazón.

Libérame de la esclavitud del pecado,

como liberaste a tu pueblo de Egipto.

Dame un corazón nuevo,

que escuche, que ame, que te obedezca.

Espíritu Santo, graba tu ley en mi interior,

enséñame a vivirla con alegría,

y a confiar siempre en que tú caminas conmigo,

como lo hiciste con tu pueblo hacia la Tierra Prometida.

Hoy me abrazo a tu promesa:

Yo estaré contigo. No te dejaré ni te abandonaré” (Deut 31,6).

Y con esta fe, te alabo, te agradezco, y me abro a tu sanación.

A ti la gloria, Señor,

por los siglos de los siglos.

Amén.

 


Comentarios


Despertando Nos Levantamos

© 2024 by Elizabeth Jaar A. Powered and secured by Wix

bottom of page